martes, 28 de diciembre de 2010

Quedarme para que leas esto

El tenía esa facilidad de lograr que cierre los ojos. Siempre temí que eso sucediera. Pero increíblemente y cuando menos lo espere, sucedió.
Tal vez fue su olor, su cabello o los movimientos sutiles de su cuerpo cuando me penetraba o solamente me tocaba.
Creo que nunca estaré dispuesta a saberlo.
¡Cerrar los ojos! Era la seguridad de saber que al abrirlos me volvería a encontrar. Creo que nunca pude hacerlo fácilmente porque siempre tuve el miedo de que al cerrarlos podría perderme. Pero a su lado y cuando los cerré…me encontré. Por un día, por un mes.
Pero hasta el buen sexo necesita terminar. Y tal vez nunca me sentí más especial que lo que sus ganas me hacían sentir, pero si tuve la necesidad de salir huyendo cuando una noche con él en mis brazos, supe que nunca sería verdad. Ni siquiera esos momentos.
Siempre esperamos que ellos piensen de nosotras algo, lo que sea con tal de que nos piensen. Pero yo, quizás no fui ni siquiera un poco cerca de ser algo.
Muchas veces tuve la necesidad de extrañarlo, de amanecer a su lado, de pedirle un solo rato para fingir que era mío sin registro de propiedad.
Solo fueron ganas que reprimí como las tantas veces que cuando fijaba mis ojos en los suyos quise decirle que lo quería. Solo lo creí, porque a este punto de mis sentimientos debo dudarlo.
Sólo es un hombre. Sumado a la lista de los de siempre, los míos, los que no lo fueron. Pero hombre al fin.
Como toda historia tiene su final. Creo que debo terminar esta. No se si fue en algún momento nuestra, tal vez entre las sabanas, pero debo hacerlo.
Nunca creí en la practicidad de las personas y menos aún para el sexo. Por eso Él siempre fue algo mas allá del involucramiento de mi cuerpo, involucró mis sentimientos, y eso no estaba permitido. Al menos no con su no personalidad.
Y trastocar los sentimientos es tan grave como violar ciertos límites de respeto. Un mensaje, las ganas o el interés de no ser yo la del mano a mano. Pero en “sin complicarse y no pensar” mis reclamos no estaban a lugar. Por eso digo que yo no iba con su no personalidad.

Me sentí tormillo. Me creí tener alma. Me sentí mujer, amante, amada. Y un montón de estupideces más que solía decir. Pero siempre y más: mujer.

Aún después de actuar en las reglas de hombres. Pero la verdad, éstas nunca existieron. A su lado lo supe todo más normal que cualquier estereotipo masculino. Y como el decía, yo no soy normal. Y la verdad, para mí lo fue mejor que cualquier otro, creo que los hombres tienen ese gran error, no saberse ni actuar normales, sino condenados, estereotipados. Él lo fue, en su medida, con su forma de ser. De verdad lo fue, incluso cuando callaba. Con todo lo que nunca sabré de él.
Ese es el más preciado recurso de los humanos. Callarnos. Para mí también lo fue. Se convirtió en los pies que me ayudaron a salir corriendo. Igual, nada habría cambiado si hablaba.
Como lo dije antes de la primera vez, tal vez la magia se acabaría. Pero no paso. La magia tiene la calidad inmortal de revivirse. Para mi eso habría sido terminar con la historia antes del final.
No podría sentarme a desgastar este tipo de amor, pero tampoco quiero esperar a la suerte.

¡Si tan solo creyera en la magia!
Tal vez mañana no tenga su olor impregnado en mi cuerpo. Ni mire como su pelo cambia de forma después de hacer el amor. O el blanco en sus canas en medio de su pecho transgrediendo el negro de sus bellos.
Y será mejor…
Porque si vuelvo a encontrarme en sus ojos, quizá nunca más tenga ganas de abrirlos después de hacerle el amor.
Prefiero guardarme el frío de su cuarto antes que el calor de su cuerpo. Prefiero creer que nadie puede soportar cómodamente dormir entre los brazos de alguien todo la noche.
Quiero creer que disfruté lo que debía disfrutar. Que nunca pasé el límite entre ser y querer ser. Prefiero creer que no lo extraño, que tan solo se trató de lo que él me permitió sentir.
Prefiero creer que respeto sus reglas de juego, a pesar de que no tenga nada que ver con las mías. Pero así esta determinado su terreno; yo, no puedo violentarlo. Esas son sus condiciones, pero yo no las quiero. Las he disfrutado al máximo mientras me autoengañaba. El punto final no significa aniquilar lo vivido, para mí siempre será un aprendizaje más. El ingrediente que permitió crecer mi ser, hasta mi ritmo sexual, pero a nombre de los buenos momentos no puedo permitir desgastar mis sentimientos ni manosear lo que creo.
Él seguirá siendo él. En esas increíbles formas. La compañía así como fue, deja de ser. Pero siempre lo será.
Tal vez nunca pueda decirle hasta luego o adiós, pero debe saber que siempre tendré un saludo para decirle, que si ahora me voy puedo no volver y si lo hago puedo hacerlo y si él me permite, para amarlo, o abrigarlo en el lugar mas frío de mi mente, allí donde los recuerdos se vuelven escarcha, donde la lluvia nunca atemoriza, sino que se respeta, allí donde lo amé…

Ella... yo

Yo aprendí a manejar bien el discurso, a creer que me convencía.

Él, ha mantener su armadura, a protegerse tras su concepto de incorroible.

Yo, me autoengañé creyendo que respetaba sus reglas.

Él, fue un buen juez para evitar que las olvidara.


Ella, siempre tuvo miedo de llevarlo a su cama, pues sabia lo inevitable.

Fue llevarlo a su piel, en su olor, entre sus pechos...sintiendolo en las yemas de los dedos y saborearlo al recordarlo.

Ella, configuró un nuevo yo. Construido esencialmente de su amor incierto, de sus silencios calcinantes, de sus huídas en las madrugadas, de los días sin saber nada.

Él, trastocó más allá de ella, transgredió mi yo y me dió un nosotros...sin tiempos, sin fechas, sin nombres.

Para ella fue difícil que su corazón no ande al ritmo de su cuerpo cuando le hacía el amor, pues la convenció de no ser santa por la forma de complementar sus movimientos bajo su cuerpo.

Quizá nunca tenga una respuesta eterna para el nosotros, al igual que nunca tuvo pensado el amor.

Él, la incluyó en su soledad, su compañía. En las hamburguesas de la madrugadas, los viernes de las semanas. Y ahora que no lo ve sigue teniendola en sus brazos amor, sigue arráncandole ese vacío de la mujer amalgamada entre lo que es y lo que Él siempre le dejo ser.

Seguro que una noche como esta y con el olor de su cuerpo, no solo en sus sabanas, sino en su piel, la abrazó toda la noche en su cama. En una noche como ésta, las ganas fueron tan grandes que el aún el recuerdo de hacer el amor le sigue dividiendo el pecho.

Ni ella ni yo, habrían esperado acompañarse en su ausencia.

Nunca pude dividirlo y fetichizarlo a las ganas de mi cuerpo. Nunca pude evitar que cada vez que podía dormir en su cama me sintiera aliada de sus sabanas, esperando que nunca las cambiara, que nunca le estorbaran, tal vez nunca encuentre las palabras necesarias ni la forma para hacerlo, para decirle que tuve la osadía de pretender robarlo a mi soledad, aunque siempre lo llevaré en mis momentos.

Este, es mi cuerpo. Podrá sentirlo porque todas las noches la acompaña.

Esta, es mi piel, con el frio de su tracero. Podrá tocarla porque yo siempre lo hago cuando entrecruzo mis dedos. Esta soy yo. Podrá recordarme porque a su lado me sentí libre para serlo sin tener que recordarlo.

Esto, es él... mis manos, mi boca, mis pechos. La sensación suprema que aún siento de cuando hicimos el amor.

Mis dudas, mis temores. Mi ahora y mi sin mañana. Mi hoy que me acompaña, que me revive a cada intento de morir. Que muere cuando debe hacerlo.

Algún día volveré a tener la cercanía concreta del cuerpo.

Ahora su existencia ha conjurado mi ser, me ha dado alas, me llena el silencio...

además ... en mi estrella noche será para dormir en mí otra vez.


martes, 9 de octubre de 2007

el es siempre mi último y primer intento...

Debo de intentar decirlo, o al menos escribirlo, contartelo aunque lo sepas, decirte que eres el mejor amigo, el mejor pana del alma, el mejor hermano de baba.

Decírtelo a pesar de que lo escuchas, contarte que no soy sin ti, que te amo, más alla de amarte tanto, que te odio más alla de lo que me odies cuando me amas y yo lo hago.

Que no soy ese silencio ni siquiera ese vacío, que no soy ni la soledad ni la compañía, solo soy lo que para tí sea, por tí, para mí.

Que no entiendo mis palabras sin la luna de cristal de tus ojos, que no entiendo mis manos y su torpe caminar al tener lejos tu cuerpo, que no me entiende ni el tiempo ni en el espacio y que a pesar de todo he logrado transgredir por ti.

Por lo que eres, pero principalmente por lo que me dejas ser.


No puedo retenerte en esta vida sin dejar de tentarte antes con la muerte, no puedo hablarte de ésta porque el amor de tus labios es más que la vida misma.

No puedo, no quiero, no intento más ser....ahora se que soy. Contigo, conmigo sin tí y para tí., pariéndome de nuevo con cada estrella, con cada noche que no te tengo, con todos los abrazos antes de los sueños.

Soy aunque a veces ni lo creo, ni lo puedo, no lo puedo sin ti. Sin dejar de danzar en mis propios miedos, en tu fuego, en tus silencios y mis tantos bullicios alborotados.


Debo intentar callar para dejar de hacerme daño, para procurar no hacértelo, para que mis labios sellados alcancen a pedirte perdón, a pedirte paciencia, a pedirte tiempo.

Para que se queden cortos anhelando traerte, llevarme, juntarnos.

Para no terminar de agradecerte lo bueno, lo malo, lo cuerdo. Los tantos sentidos perdidos en la locura, en la distancia, en lo mío por la lejanía.

Por ser transversal en la relación, por levantarme cuando tu has has caído más hondo, por ser el amor del amor mismo.


Debo intentar, debo dártelo, regresarte. Mis manos, mis huesos, mi cuerpo y la forma genial de transformarse cuando te hace el amor.

Porque no hay nada, ni silencio, ni frio que no me sepa a ti, sin más que tu olor, que tu sabor. Que no tengo mañana ya sin ti y que mi hoy es tan difícil que me obliga a renunciarme, a dejar de inventarme y me rescata del mismo infierno.

Porque te arrancaría de la muerte. Te prendería de la vida, inventaré un nuevo espacio para no pelearte con ninguna de ellas. Para inventarte, amarte y tenerte en mí, como siempre, para siempre.

Te arrancaría de mi cuerpo cuando no pueda controlar que no alcanzes en él, para encontrar mi nuevo ser, el nuestro.


Te dejaría en ese día, que no recuerdo pero se te conocí. En ese día cuando cerré mis ojos para mirar con los tuyos, que olvidé mi cuerpo para sentir el tuyo. En ese día que te amé fuera de lo planificado, en el día cuando lo reclamé, cuando te pedí que no lo hicieras. En esos días que parieron mi mañana, que hicieron crecer mi ayer, que me tumba al suelo y me llenan con tu amor.



Quá vacio se siente el cuerpo sin ti....

Que vacío se siente mi cuerpo sin ti!!!
tan lleno de nada...sólo conmigo...
Acaricio mis pechos, miro mis formas, toco mi sexo y nada me sabe igual sino estás a mi lado.
Qué sola se siente el alma sinti!!!!
Creo no poder volver a enseñarle su baile..a cantarle su canto...
Cierro mis ojos buscando dibujarla, aprieto mis manos en un intento fallido de atraparla, pero ya no puedo y tampoco quiero..ya el mundo no sabe a mundo sin ti....

No quiero dejarte en el camino, no quiero huir de la turbulencia.
Refúgiate y convierte en refugio mis besos, este calor de mi cuerpo co todas las ganas de amarte.
Dame la seguridad que siento he perdido.
dibuja con tus manos y mis besos el camino que los dos anhelamos...
Enséñame a mirar tus ojos porque en ellos se reflejan los míos, porque en ellos el mundo no es de todos...es tan solo nuestro....
No dejes te suelte la mano, aun no hemos tenido la oportunidad de lo mas fuerte apretarnos....
No me dejes, me veas o me sientas sola....desde hace algunos meses deje de serlo...por saber que me amas!!!
Lléname...convierteme en niña, en mujer, en amante....en lo que tu quieras...
Sabes bien que me encanta serlas!!!!
No quiero estar presa ni liberarme en tus ganas, sabes bien que tu eres mi trinchera...
No me hables sin mirarme a la cara; no caigas en los juegos evasivos para huir de mi cobardía...
Eres tú el compañero, el sensato, el adulto, quien ya conoce este juego.
No deberias darle las fichas a esta niña malcriada.....
Sabes bien que te amo eterno, por ello te necesito entero.
Eres tu quien decidio este juego, por quedarte, por aceptar que me necesitabas, por extrañarme, por que con un paìs en medio sigues a mi lado., aqui, alla, ahora y mañana....
Eres tu quien decidió este juego...por permitirte amarte otra vez, por dejarme ser tu vida, tu fe, tu amiga...
Por ser tan buen ser humano....una sola cosa:
procura no dejarme en el camino hoy...cuando pienses y juzgues por nuestro (el tuyo y el mio) ayer...
quitame ese vacío!! llena mi cuerpo como solo tu sabes hacerlo...como solo tu quiero que lo sigas haciendo!!!

porque
que vacío se siente el cuerpo sin ti,,,,

domingo, 16 de septiembre de 2007

Luego de la autocensura y para que en mis caderas se ponga el sol!!!

Podría mantener cerradas las piernas o abrirlas para abrazar su abrazo. Podría contraer mis caderas, contraer los labios de mi vagina, podría no tenerlo ahora y aún así, seguir disfrutando de cómo y cuando me penetra.

Disfrutar de sus manos tejiendo entre mis pechos o cuando su boca los recorre, deteniéndose ahi; cuando su lengua sabe encontrar el camino hacia mi climax en mi vagina y convierte en agua el tejido de nuestros cuerpos.

Puedo lloviznar entre sus ganas, en la fricción de nuestros cuerpos. Construir, edificar y solventar la pasión cuando siento su pene adentro...calmando no sólo mis ganas, sino también este silencio de la distancia.

Podemos convertirnos, mutilarnos, reafirmar nuestras sentencias de amar amando tanto.

Déjame pedirte tiempo, déjate romper silencio, déjate llevar mientras me abraza, mientras lo beso. Cuando lamo su pecho, cuando bajo o subo entre sus piernas, cuando me volteo. Cuando siento la transformación de mi cuerpo al fusionarse con el suyo.

Déjame transgredirte tiempo y disfruta conmigo de mis senos alborotados al ritmo de nuestros cuerpos, dejando de ser santa con mis caderas, mis piernas entrelazadas y mis muslos deteniéndolo, atrapándolo, pidiéndole ir más adentro.

No habrán besos que puedan contener la pasión de mi cuerpo exitado, no habrá acto ni movimiento censurado mientras lo poseo, mientras lo hago mío, mientras logro que penetre por cada poro de mi piel.

Ni posición, ni el movimiento de mis caderas, ni mi boca besándo o succionando su pene. Ni sol de día ni gemido en la noche servirán para entender, para evitar que deje de hacerle el amor aún sin tenerlo....Para evitar que anhele tocarlo, morbosearlo para provocarlo, haciendo que se detenga ahi, cuando tengo tantas ganas de que me arranque hasta la piel, de revolcarlo en el suelo. De amarlo, con todas las formas que nos enseñaron, con la prudencia de la dama, el temor de la niña y el placer de la hembra.

Todas estas y las que Él me enseña a ser, me anima a ser, me deja ser.

Y ahora viene la renuncia, el pedido de disculpa de mi locura, de mis ganas de hacerte el amor. De esas ganas depravadas por tocarte que siempre saben a morbo, pero cómo no querer cogerte, cómo no querer tocarte, cómo no querer lamer tu cuerpo, besar tus manos o tu espalda ó quedarme en tu pene! Cómo no querer hacerlo si bien sabes que me encanta!

Cómo evitar estas ganas locas que te tengo, que me obligan a salir corriendo de mi propia mente, de mi cuerpo y sus ganas.

Y lo siento a pesar de la censura, de la ternura y de mis miedos disfrazados en lo falso de mi valentía al escribirte esto.

Lo siento porque moriría en un abrazo tuyo despues de un buen orgasmo y reviviría por volver a hacerlo. Por pedirte que tomes mis caderas y pongas el ritmo de cuando me penetras.

Te pediría siempre, como lo hago ahora, que me cojas como sabes hacerlo, cómo te guste hacerlo. Tú sabes que no se trata solo de mi izquierda o la tuya cuando hacemos el amor. Se trata de encontrarnos ahí, en esa o esas poses que tanto placer nos dan, que tu sabes que me encantan.

Que no quiero ser princesa, ni dama, ni hembra, que quiero y me reconozco mujer en tus brazos, en tus labios, en tu pecho, en tu vientre, en tu pene.

...ahora......

Me dejas morbosearte?

Me dejas exitarte?

Besar tus labios, tu cuello...fingir que bajo...no, aún necesito detenerme en tu pecho y comprobar que tu corazón late, que se acelera si sigo besándote, si sigo acariciándo con mis manos tu pelo, tu espalda y llego a tu tracero

Me dejas seguir besándote?

Bajar a tus piernas, besar tus muslos y subir para detenerme en tu pene. Tú sabes cómo suelo besarlo, cómo lo muerdo con mis labios o lo tomo con mis manos.

Tú sabes que me gusta besar tus nalgas, que me encanta pedirte que me dejes ir mas allá...

que me encanta el olor de tu pelo y que por nada del mundo pediría que te bañes con nuestro olor hecho uno, hecho nuestro. que por nada del mundo me gusta bañarme cuando tengo tu semen sobre mis pechos.

Que ahí en tu cama, en la mía o en suelo he sido tuya tantas veces la vida nos lo ha permitido. Que aquí o allá lo sigo siendo.

Que puedo acariciarme y sentirte.

Que puedes acariciarte y sentirme.

Que no es necesario cogernos para sabernos nuestros. Que te amo más que a mi vida y que mi cuerpo no tiene ningún sentido sino es por tí, por lo que eres, por tu amor y tambíen por tu cuerpo.

Te amo..

amado objeto obsceno....